No abandoné la industria de la promoción porque los sistemas estuvieran rotos. Me fui porque la cultura estaba rota.
Demasiados distribuidores construyeron sus negocios sobre la presión y el pensamiento a corto plazo. Los equipos se veían empujados a perseguir cifras a toda costa, mientras que los clientes eran tratados como transacciones reemplazables. Había no espacio para la creatividad, no valor otorgado a la confianza, y no compromiso de construir algo más grande que la próxima venta.
Vi cómo esta cultura se filtraba en cada parte de la experiencia del cliente. Las fronteras y las aduanas se trataban como excusas en lugar de como oportunidades. Las facturas se rellenaban con confusión en lugar de claridad. El servicio era lento y poco receptivo porque la colaboración real era nunca una prioridad. No era sólo ineficacia: era negligencia y, a menudo, indiferencia.
Esta cultura industrial dejó a las empresas decepcionadas y a los equipos quemados. Hizo que los productos promocionales se sintieran como una carrera hacia el fondo, cuando deberían haber sido herramientas de inspiración y crecimiento.
Eso es lo que me negué a aceptar.
Swish & Click se construyó como lo opuesto a esa cultura. No vemos a los clientes como números. No empujamos lo que está sentado en un almacén. No nos escondemos tras fronteras, ni excusas, ni precios poco claros. Creemos en la transparencia, la colaboración, el servicio multilingüe y la dignidad humana, valores que deberían definir tanto la forma en que tratamos a los clientes como la forma en que tratamos a nuestro propio equipo.
Swish & Click no es sólo un nuevo distribuidor. Es el rechazo a una cultura que nunca mereció definir esta industria en primer lugar. Existimos para demostrar que los negocios pueden ser diferentes: transparentes, humanos y colaborativos. Los mismos valores que construyeron el proyecto europeo -apertura, unidad y cooperación- son los que conforman nuestra forma de trabajar cada día. En ese sentido, Swish & Click es más que una empresa.
Es la expresión empresarial del sueño europeo.